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Brasil es el más cerrado al comercio entre las grandes economías del mundo

Brasil es país más cerrado al comercio internacional entre las economías más grandes del mundo, de acuerdo con la delegación de Canadá en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Las empresas canadienses continúan preocupadas por el nivel de complejidad del entorno comercial brasileño, añadió el Gobierno de Canadá en la evaluación de las políticas comerciales del país sudamericano.

El Brasil es miembro de la unión aduanera del Mercosur (integrada además por Argentina, Uruguay y Paraguay), un bloque en el que existe una amplia gama de derogaciones temporales e individuales del arancel externo común, lo que produce “incertidumbre y complejidad” y, a su vez, aumenta los costos para los comerciantes, según Canadá.

Las promesas del Mercosur, añadió, de eliminar gradualmente las derogaciones nacionales y unificar los procedimientos tributarios y aduaneros se posponen continuamente, lo que permite albergar dudas sobre si se están logrando progresos en el establecimiento de un arancel externo común efectivo y consolidado.

Por su parte, el Gobierno de México expuso que le llama la atención el conjunto tan amplio de productos sujetos a licencias no automáticas en Brasil, el cual llega a rebasar las 5,000 líneas arancelarias y que algunas licencias deben tramitarse ante más de una autoridad.

La delegación de China cuestionó que Brasil sigue aplicando un régimen de tributación interna demasiado complejo que prevé gravámenes en diversos planos, tanto el federal como el subfederal, lo que no solo tiene consecuencias considerables para el precio de los bienes importados, sino también plantea una serie de problemas a las empresas extranjeras que operan en el mercado brasileño.

En otra vertiente, desde la perspectiva de Hong Kong, el grado de protección arancelaria para los productos agrícolas no es especialmente elevado en Brasil, como tampoco lo es el nivel de ayuda interna, en comparación con otros miembros de la OCDE. Pero algunas de las medidas de ayuda, como el apoyo a los precios de mercado, los créditos en condiciones de favor y los subsidios al seguro de cultivos, pueden distorsionar el comercio.

Estados Unidos lamentó que el Gobierno brasileño introduce frecuentes aumentos y reducciones en los aranceles aplicados para apoyar a las industrias nacionales, y estos cambios temporales crean un entorno económico impredecible para los importadores y exportadores y provocan un efecto disuasivo en la inversión.

Finalmente, India puso énfasis en la esfera de los textiles y el cuero, donde los productos indios se enfrentan a obstáculos no arancelarios en Brasil como normas de calidad, requisitos de etiquetado y envasado, entre otros.

En contrapunto, varios Miembros de la OMC celebraron los esfuerzos desplegados por Brasil para racionalizar los procedimientos aduaneros mediante su proyecto de ventanilla única y la actualización de su programa de operadores económicos autorizados.

También acogieron con satisfacción los progresos realizados para facilitar la presentación de documentos en línea, así como los planes de Brasil de aplicar procedimientos de importación y exportación plenamente digitalizados para fines de 2017 y 2018, respectivamente.

Los Miembros instaron a Brasil a que haga más transparente y previsible la aplicación de las políticas comerciales.

Brasil solo ha alcanzado el lugar 123º entre los 190 países que figuran en el informe Doing Business del Banco Mundial correspondiente a 2017. Entre los principales obstáculos que suscitan quejas por parte de las empresas extranjeras figuran elevados aranceles, procedimientos aduaneros engorrosos y cargas tributarias imprevisibles, así como un complicado marco legal.

Escrito por: Roberto Morales