Contrastan impactos por aranceles a grandes empresas

Además de los estudios sobre los efectos macroeconómicos potenciales de los aranceles que impuso el presidente Donald Trump, se puede encontrar una variedad de información sobre el impacto de las tarifas en negocios específicos en la prensa o en informes trimestrales o anuales de compañías.
Las acciones arancelarias del presidente Trump y las posteriores represalias son solo uno de los muchos factores que influyen en las condiciones económicas de las empresas estadounidenses, lo que dificulta la evaluación de los efectos directos de las tarifas, de acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense.
En general, las empresas que declaran que se han beneficiado de los aranceles son productores que compiten con los productos importados sujetos a los aranceles, mientras que fabricantes y minoristas intermedios afirman que han sido perjudicados.
Muchos exportadores estadounidenses sujetos a aranceles de represalia también argumentan que estas acciones de política comercial han afectado negativamente sus operaciones.
Para algunos productores estadounidenses, los efectos de los aranceles han sido más complejos, incluidas las empresas que se están beneficiando de los precios internos más altos debido a los aranceles, mientras que se ven perjudicadas a la vez por los mayores costos de los insumos.
Finalmente, las empresas con importantes operaciones en el extranjero argumentan que se han visto perjudicadas indirectamente por las menores ventas al exterior como resultado de una desaceleración económica en los países sujetos a las acciones arancelarias de la Administración Trump.
Según ese mismo análisis, ArcelorMittal, la mayor compañía siderúrgica mundial, está entre las compañías seleccionadas con operaciones en Estados Unidos beneficiadas por las tarifas. Directivos de la empresa declararon que las tarifas eran ” positivas” y el director general, Lakshmi N. Mittal, indicó que las políticas comerciales “ayudaron a cambiar estructuralmente el panorama de la industria del acero”, al tiempo que informó de un aumento de las ganancias a 1,900 millones de dólares en el segundo trimestre de 2018, 41% más que en el mismo trimestre del año anterior.
En esa misma línea, el CEO de la empresa productora de acero Nucor, John Ferriola, anunció el “segundo trimestre más fuerte en la historia” de la firma para el segundo trimestre de 2018, argumentando que la compañía se benefició de las reducidas importaciones resultantes de “las tarifas de base amplia impuestas en la Sección 232”.
Como un tercer caso, Century Aluminum es una de las principales defensoras de los aranceles y su director general, Michael Bless, afirmó que los impuestos a la importación han “creado las condiciones para respaldar el reinicio de la capacidad de aluminio primario de Estados Unidos (…) Una vez que todos los reinicios anunciados vuelvan a estar en línea, la producción estadounidense aumentará un 60 por ciento”.
Por el contrario, el CEO de Walmart, Doug McMillon, comentó que la compañía intentaría retrasar los aumentos de precios el mayor tiempo posible, pero que se estaba viendo afectada por los aranceles de la Sección 301 y, eventualmente, se vería obligada a aumentar los precios, preocupada porque tendrán que “pagar los clientes si las tarifas aumentan”.
Mientras el director general de Ford, James Hackett, estimó que las tarifas de los metales le cuestan a la compañía aproximadamente 1,000 millones de dólares en ganancias, la empresa Caterpillar calculó que los aranceles sobre el acero y el aluminio agregaron 40 millones de dólares a los costos en el tercer trimestre de 2018, con expectativas de costos de alrededor de 100 millones de dólares para la segunda mitad del año.
En paralelo, compañías de bebidas han advertido que, debido a que empaquetan sus productos en latas de aluminio, el arancel del 10% sobre ese insumo los obligará a aumentar los precios de los productos.
Por ejemplo, la industria de bebidas de malta afirma que la tarifa le costará alrededor de 348 millones de dólares, lo que dificulta el crecimiento y la inversión adicional en sus operaciones en Estados Unidos. El CEO de CocaCola, James Quincey, dijo que la compañía espera aumentar los precios en parte porque el aluminio importado ha hecho que las latas sean más caras de producir.
Desde otra arista, Tyson Foods ha expresado preocupaciones sobre las medidas arancelarias de represalia en Canadá y México, señalando que “debido a la guerra comercial en curso y las tarifas que se producen, estamos obteniendo menos por nuestros productos en algunos mercados clave”.
El cerdo es una de las categorías de exportación más grandes de Estados Unidos que enfrentan aranceles de represalia en Canadá y México.
A su vez, la compañía Harley-Davidson argumentó que los aranceles de represalia de la Unión Europea aumentan los costos de sus exportaciones a ese bloque comunitario en 2,200 dólares por motocicleta y anunció su intención de cambiar la producción a Europa para evitar este costo adicional, mientras que los informes de prensa sugieren que las tarifas de los metales podrían aumentar los costos de producción nacional 20 millones de dólares.
Por último, Brown-Forman Corporation, propietaria de Jack Daniels, proyectó que los aranceles de represalia reducirían las ganancias de 2018 en un 6%. El Whisky es una de las categorías de exportación de bebidas más grandes de Estados Unidos que enfrentan aranceles de retaliación en la Unión Europea.
Escrito por: Roberto Morales