El impacto del TMEC en México: la economía de los tangibles

Hay una sorprendente escasez de estudios formales que evalúan el impacto económico potencial del T-MEC. La Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos (USITC, 2019) publicó un importante examen del Acuerdo tal como se había celebrado originalmente en abril de 2019, pero sólo para Estados Unidos. Global Affairs Canada (GAC, 2020) publicó una evaluación del acuerdo revisado por el Protocolo de Enmienda firmado en diciembre de 2019, pero sólo para Canadá. El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un estudio inicial (Burfisher et al, 2019), con estimaciones para los tres países; sin embargo, para Estados Unidos y Canadá, los resultados del FMI difieren marcadamente de las estimaciones oficiales. Ciuriak et al (2020) proporciona una evaluación para los tres países que dan resultados comparables a los estudios oficiales para Estados Unidos y Canadá. Ciuriak ofrece una comparación de estos cuatro estudios, que abarcan las medidas que tienen en cuenta los estudios alternativos, la versión del acuerdo que evalúan y cómo se presentan en términos de la hipótesis de contraste contra la que se miden los impactos cuantitativos.
El impacto del T-MEC se evalúa basado en una línea de base que refleja un TLCAN en vigor, así como mejoras en ese régimen debido a la entrada en vigor del Acuerdo de Facilitación del Comercio (AFC) de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que mejoró sustancialmente con respecto al régimen original del TLCAN.
Para Canadá y México, la evaluación también tiene en cuenta la entrada en vigor del CPTPP, que también mejoró con respecto al TLCAN original en varias áreas.
Para evaluar el impacto del T-MEC en las barreras no arancelarias (BNA), el análisis considera la medida en que el T-MEC reduce o aumenta las calificaciones de las partes en índices que miden el carácter restrictivo de los regímenes de bienes, servicios e inversiones, conforme a lo siguiente:
• En el caso de los bienes, las posibles mejoras de los compromisos de la OMC en materia del AFC se determinan comparando las puntuaciones del T-MEC y el AFC en los Indicadores de Facilitación del Comercio (IFC) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
• Para los servicios, la liberalización implícita en los compromisos de servicios se evalúa sobre la base de los cambios en las puntuaciones de las partes en el marco del Índice de Restricción del Comercio de Servicios (STRI) de la OCDE.
• En el caso de las inversiones, los cambios que implica el T-MEC se evalúan comparando las puntuaciones anteriores y posteriores al T-MEC de las partes en el Índice de Restricción de la Inversión Extranjera Directa (FDIR) de la OCDE.
• Para los servicios y las inversiones, el alcance de la liberalización incluye el valor de los compromisos vinculantes de acceso a los mercados, es decir, la certeza que proporcionan las obligaciones de no reducir el acceso a los mercados en el futuro en ámbitos en los que el acceso a los mercados es mejor que los compromisos consolidados en el marco de la OMC.
De lo anterior, hay dos características clave del T-MEC que representan importantes advertencias.
En primer lugar, el impacto de las medidas del T-MEC que rigen los flujos transfronterizos de datos y la localización de datos. Como argumentó la USITC (2019), estas medidas se limitan al actual régimen abierto para los flujos de datos y, por lo tanto, reducen la incertidumbre sobre el futuro régimen de datos para el comercio transfronterizo. Hay dos consideraciones que merecen cautela al intentar estimar este efecto. En primer lugar, México ya ha firmado disposiciones similares en el CPTPP, al igual que Canadá; en consecuencia, el T-MEC introduce estas consolidaciones sólo para Estados Unidos; no está claro qué valor de seguro tiene esto en realidad para restringir la futura política de datos de Estados Unidos. En segundo lugar, el régimen regulador de los datos en ámbitos tales como la privacidad, la política de competencia, la fiscalidad, la protección de los procesos democráticos y, lo que es más importante, la seguridad nacional es un trabajo en curso. El T-MEC no proporciona ninguna orientación sobre qué regulaciones se considerarían “legítimas” en virtud del acuerdo.
En segundo lugar, el T-MEC no aborda la “militarización de la incertidumbre” en la política comercial de Estados Unidos bajo la administración Trump (Crowley y Ciuriak, 2019). Esto incluía, entre otras cosas, desempolvar los aranceles de “seguridad nacional” de la Sección 232 y las investigaciones totalmente unilaterales de la Sección 301 sobre las prácticas de propiedad intelectual, así como la introducción de una cláusula de extinción. La realidad del riesgo de estas medidas para el acceso futuro al mercado estadounidense en virtud del nuevo acuerdo fue subrayada por la amenaza de que los nuevos aranceles de la Sección 232 sobre el aluminio canadiense se negociaran el mismo día en que entró en vigor el T-MEC, el 1.° de julio de 2020.
Para México, el régimen más restrictivo, genera impactos negativos sobre la eficiencia económica que generan una reducción del PIB real de aproximadamente -0.8%. Esto es aproximadamente el doble del impacto negativo para Canadá y aproximadamente ocho veces más grande que para Estados Unidos, para quien el comercio norteamericano es sustancialmente menos importante que para México y Canadá. La disminución del PIB real de México se divide entre una pérdida de productividad de -0.64% y una reducción de empleos de -0.16%, o alrededor de 87,000.
El sector que más se beneficia es el de los materiales industriales que se benefician del aumento de los requisitos de abastecimiento de América del Norte. Tanto las importaciones procedentes de Estados Unidos como los envíos nacionales aumentan con el total de los envíos, lo que equivale a las exportaciones totales más los envíos nacionales que aumentan en un 1.94%. Sin embargo, el sector automotriz pierde exportaciones a Estados Unidos y a otros países debido a los mayores costos. El total de los envíos de automóviles cae un -0.6%. Las ventas internas de servicios soportan la mayor parte del impacto del T-MEC y resultan en una caída del total de los envíos de servicios de -1.36%; estas reducciones están impulsadas por menores ingresos en México. Los sectores agroalimentario y de recursos de México se ven afectados principalmente por una menor demanda interna de los cuales irán mejorando a partir del segundo semestre del 2021, generando aspectos positivos para México en varias áreas industriales.
Escrito por L.E. Sergio Linares Pedroza
Fuentes.
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- DC: Fondo Monetario Internacional, 26 de marzo
- Cesar, M., Chaia, A., Oliveira Vaz, A., Garcia-Muñoz, G. y Haugwitz, P. (2018). “How Mexico can become Latin America’s digitalgovernment powerhouse,” McKinsey Digital, 1 de noviembre. https://www.mckinsey.com/business-functions/
- mckinsey-digital/our-insights/how-mexico-can-become-latin-americas-digital-government-powerhouse#
- Chatzky, A., McBride, J., y Sergie, M. A. (2020). “NAFTA and the USMCA: Weighing the Impact of North American Trade,” Council
- on Foreign Relations, Backgrounder, 1 de julio. https://www.cfr.org/backgrounder/naftas-economic-impact
- Ciuriak, D., Xiao, J. y Dadkhah, A. (2017a). “Quantifying the Comprehensive and Progressive Agreement for TransPacific Partnership,” East Asian Economic Review 21(4), diciembre: 343-386. http://dx.doi.org/10.11644/KIEP.
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- Ciuriak, D., Ciuriak, L., Dadkhah, A. y Xiao, J. (2017b). “The NAFTA Renegotiation: What if the US Walks Away?” Instituto
- C.D. Howe, Papel de trabajo, 28 de noviembre. https://www.cdhowe.org/public-policy-research/nafta-renegotiationwhat-if-us-walks-away