Logística

El Operador Económico Autorizado, una figura relevante para el comercio exterior.

La especialidad del comercio exterior enfrenta desde hace varios años, numerosos y complejos desafíos. Al tiempo que debe promover la globalización de los negocios y el comercio, se torna indispensable, en el entorno actual, procurar el desarrollo regional, reducir la pobreza y proteger al medio ambiente.

Resulta evidente la necesidad de que las cadenas de suministro internacionales, operen con niveles de seguridad efectiva y un adecuado control, mientras se enfrenta una creciente demanda para una mayor facilitación del comercio legítimo. En contraparte, se registra el incremento del terrorismo internacional en distintas regiones del planeta, florecen las actividades y modalidades para realizar operaciones ilícitas y, en consecuencia, se extienden las amenazas contra las operaciones comerciales autorizadas.

En ese sentido, las aduanas están llamadas a continuar con su importante papel para garantizar el interés fiscal y financiero del Estado; proteger a las economías nacionales de la ilícita circulación de bienes y, apoyar el sistema de comercio internacional mediante adecuados niveles de control que fomenten los negocios, mejoren la competitividad local, faciliten el comercio legítimo y protejan a la sociedad en su conjunto. Para ello, las administraciones nacionales de aduanas deben ser capaces de adaptarse a los cambios; reducir los costos asociados al cumplimiento de las normas en beneficio de los empresarios; adoptar tecnologías de punta en aras de dedicar mejores y más eficientes medidas para el control de movimientos de alto riesgo y, generar una mayor confianza y reconocimiento mutuo entre ellas y las entidades responsables de los programas y controles complementarios.

Por el lado de los contribuyentes, las exigencias son en el sentido de garantizar la protección contra prácticas desleales de comercio internacional, como el contrabando de mercancías, la sub facturación, los fraudes con certificados de origen, la clasificación arancelaria errónea y las violaciones a los derechos de propiedad intelectual, entre otros aspectos relevantes.

Las aduanas modernas han pasado del papel tradicional de controlar el movimiento de mercancías de comercio exterior, para así proteger los intereses del Estado y salvaguardar la captación de sus ingresos fiscales, para transformarse actualmente en el brazo de los gobiernos nacionales, capaces de garantizar el cumplimiento de las políticas de Estado y de las leyes aplicables en la circulación internacional de bienes, mediante puntos de acceso en fronteras, puertos marítimos, terminales interiores y aeropuertos que sean seguros y eficientes, para el combate al contrabando y la facilitación del comercio legítimo.

Es en este escenario donde el Operador Económico Autorizado representa la piedra angular en el propósito de crear una mutualidad entre el interés público, las demandas de la sociedad y el sector privado, mediante el ejercicio responsable y solidario de sus actividades de comercio exterior; la actuación profesional y transparente en el asesoramiento hacia sus clientes en los temas de su especialidad y sobre todo, aglutinando una oferta de servicios logísticos integrales que tienda al objetivo de agilizar el comercio, reducir los costos e incrementar la seguridad y competitividad de las cadenas de suministro.

Dicha figura, surgió como parte de la propia transformación de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), hacia la modernización de la aduana del siglo XXI, apoyada en los avances tecnológicos de comunicaciones y procesamiento de datos a nivel global, lo cual ha sido consecuente con la creciente celebración de tratados, acuerdos y agendas comerciales entre las distintas naciones y bloques regionales, que han caracterizado al intercambio internacional. La liberación comercial a nivel mundial ha permitido simplificar la clasificación arancelaria para muchos productos -cuando existe consenso entre los bloques y países firmantes-. Sin embargo, las excepciones contenidas en los propios acuerdos, a menudo han complicado las operaciones de comercio exterior.

Entre ellas, se cuenta la aplicación diferenciada de los aranceles y la introducción de nuevas modalidades, como las reglas de origen, los cupos preferenciales, las cuotas compensatorias y el trato de nación más favorecida. Si bien los líderes de las administraciones aduaneras a nivel mundial, reconocen su responsabilidad para el desarrollo de nuevas perspectivas, sustentadas en estrategias y políticas que perfilen el papel de las aduanas en este siglo, también tienen conciencia de que se debe dar cabida a los numerosos intereses en juego, tendiendo siempre hacia el equilibrio y el pragmatismo.

En nuestro país se estableció la figura de certificación el 30 de diciembre de 2002, mediante el denominado “Registro de Empresa Certificada”, proceso incorporado en la Ley Aduanera de entonces, el cual otorgó mayores facilidades administrativas, legales y operativas a las empresas importadoras y exportadoras en el despacho aduanero de las mercancías -que obtuvieran dicho registro-, teniendo por objetivo aumentar la competitividad en el contexto internacional.

Actualmente, después de pasar por diversas denominaciones a lo largo del tiempo desde su creación, como el de “Nuevo Esquema de Empresas Certificadas” (NEEC), ha adoptado el nombre de “Operador Económico Autorizado” identificado por su acrónimo OEA y el de “Socio Comercial Certificado” (SCC), acorde con el Marco de Estándares para Asegurar y Facilitar el Comercio (SAFE) de la OMA.

El registro emitido por la autoridad aduanera se vincula con la gestión y protección de la seguridad en la cadena de suministro en contra de actos terroristas, tráfico de armas, lavado de dinero, tráfico de personas, contrabando y demás aspectos que puedan contaminar la carga. Concede facilidades y beneficios administrativos, operativos y legales, que permiten mitigar el impacto de las sanciones aduaneras.

Entre sus principales objetivos y propósitos se cuentan los de:

  • El uso intensivo de los recursos informáticos y la interconectividad para orientarse hacia controles soportados por los sistemas.
  • La actualización permanente en temas fiscales, de comercio exterior y en programas e iniciativas relacionadas con la seguridad, a fin de sustentar su actuación en las disposiciones normativas vigentes.
  • El conocimiento y adopción de las mejores prácticas logísticas para la prestación de servicios complementarios basados en la generación de valor y,
  • El uso eficiente de los modos de transporte y las combinaciones intermodales que mejor respondan a su vocación, a los planos del tráfico y a la sustentabilidad de las operaciones.

Las empresas aspirantes a obtener la inscripción en el registro OEA o SCC, deberán demostrar que cuentan con los procesos documentados y verificables con base en la normativa y de acuerdo al modelo o diseño empresarial de las mismas, basado en una adecuada gestión del riesgo, orientado a la implementación de los estándares mínimos en materia de seguridad, para la aplicación efectiva de una cultura de análisis, que soporte la toma de decisiones preventivas y reactivas ante amenazas y/o circunstancias de riesgo acorde a los valores, misión, visión, códigos de ética y conducta de la propia empresa.

Para dicho propósito, deberán cubrir el perfil requerido en los siguientes aspectos:

  1. Planeación de la seguridad en la Cadena de Suministro.
  2. Seguridad física en su infraestructura e instalaciones.
  3. Controles de acceso de personas y vehículos a sus instalaciones.
  4. Probidad de sus socios comerciales.
  5. Seguridad de sus procesos.
  6. Adecuada gestión aduanera.
  7. Seguridad en los vehículos utilizados para los movimientos de carga, como son contenedores, unidades integrales, carros de ferrocarril, unidades tractivas, además de remolques y/o semirremolques.
  8. Seguridad del personal involucrado en las operaciones, supervisión y administración.
  9. Seguridad en el manejo y resguardo de la información y la documentación respectiva.
  10. Capacitación del personal de la empresa en aspectos de seguridad, ética y conciencia de la importancia de su labor.
  11. Manejo, registro e investigación y análisis de incidentes.

En el caso del cumplimiento de la normatividad de la Aduana mexicana, es recomendable para las empresas aspirantes, certificarse en el uso de las técnicas de administración, gestión y evaluación de riesgos de las normas internacionales identificadas como ISO 31000, ISO 31010 e ISO 28000. Dentro del registro de OEA ante la autoridad responsable, figuran Agentes aduanales, Empresas transportistas, Recintos fiscalizados, Parques Industriales y Empresas de paquetería y mensajería.

Escrito por Sergio García