El TMEC, desarrollo e inversión para el paquete económico 2022

Uno de los aspectos más importantes es el T-MEC como punto de referencia en el comercio exterior así como para establecer los criterios de política económica para la iniciativa de ley de Ingresos y el proyecto de presupuesto de egresos de la Federación correspondiente al ejercicio 2022, y México ha aprovechado la sólida integración que mantiene nuestro país con el exterior y particularmente, ha afianzado las relaciones comerciales con América del Norte así como todos los tratados internacionales vigentes, aun en un contexto en el que prevalecen distintas tensiones en el comercio internacional derivadas, principalmente, de tenciones comerciales entre EE. UU. y China, y más recientemente, por la incertidumbre comercial causada por la pandemia de COVID-19.
Con la entrada en vigor del T-MEC, el 1 de julio de 2020, México aseguró el libre comercio en la región de América del Norte bajo acuerdos que favorecen a los tres países y que impulsarán la recuperación económica tras la pandemia de COVID-19, brindando una mayor certidumbre jurídica para la inversión y el comercio y generando así un canal complementario para generar prosperidad. Asimismo, este nuevo acuerdo parece ser un factor para potenciar un crecimiento sustancial para el 2021 y de largo plazo, dado que México ha implementado acciones para incrementar la inclusión financiera, así como mejorar el entorno laboral del país.
Además, el T-MEC considera medidas para potenciar la producción en América del Norte como nuevas reglas de origen, medidas para la facilitación del comercio y un comité para la competitividad de la región. La entrada en vigor del nuevo tratado y los objetivos de la actual administración abonan a la continuidad y la mejora del trabajo y del capital, las principales fuentes de la producción de una economía. Por un lado, la ratificación del T-MEC brinda certidumbre a la continuación de las inversiones extranjeras y nacionales en México. Los resultados observados y anunciados en inversiones indican que el T-MEC es un elemento que abona a la provisión de capital en México conforme a lo establecido por el Registro Nacional de Inversión Extranjero del Gobierno de México.
Por otro lado, la Reforma Laboral, que ha sido una parte de las negociaciones del T-MEC, abona al factor trabajo del país. En particular la reforma promueve el desarrollo de un sistema de sindicatos eficaz en México, lo cual puede tener un efecto especial en la productividad ya que existe evidencia que los sindicatos pueden mejorar no solo los salarios sino la productividad de las empresas para el ejercicio 2022.
El T-MEC es un factor que no solo hace de América del Norte una zona de libre comercio sino una región que busca incentivar su competitividad interna frente a otros bloques. Si bien el tratado reconoce implícitamente esta cuestión en distintos ámbitos como el incremento del contenido regional de las reglas de origen, este factor se considera también explícitamente con un capítulo entero sobre competitividad.
Debemos reconocer que el gobierno también ha impulsado distintas iniciativas como la plataforma Proyectos México, la cual brinda a los inversionistas información sobre cómo y dónde invertir así como un directorio para inversionistas extranjeros que les facilita el contacto con representantes del Gobierno Mexicano en su idioma. Otra iniciativa relevante es Data México, una plataforma que forma parte de los compromisos del T-MEC y que provee un atlas de información e indicadores para inversionistas en donde se pueden revisar los niveles de Inversión Extranjera Directa en industrias como la minería o la construcción, los flujos comerciales de productos como vehículos, combustibles o productos químicos, y otros indicadores catalogados por estados y municipios del país.
Por otro lado, el clima de negocios estable y la transformación digital acelerada por el distanciamiento social han propiciado la inversión y el crecimiento de empresas tecnológicas que verán resultados importantes dentro del paquete económico.
En el sector automotriz destacan los anuncios de inversión para abrir nuevas plantas o expandir operaciones dentro del país, las cuales suman más de 2 mil millones de dólares y han sido anunciadas por importantes empresas como Ford, Volkswagen, Nissan y Toyota conforme a lo establecido por Bancomext.
Por otro lado la relocalización de cadenas de producción a países más cercanos a los mercados de consumo final como México ha sido un tema con reciente atención entre empresas multinacionales. Por ejemplo, se ha reportado en la prensa que empresas líderes en manufactura de electrónicos están considerando a México como un posible destino de relocalización. Todas estas acciones han abonado al clima de inversión en el país y han demostrado resultados notables. Por ejemplo, de acuerdo con la OCDE, en 2020, México pasó del undécimo al séptimo lugar de países con mayor recepción de IED y, con datos a mayo, se mantuvo como el principal socio de Estados Unidos con un comercio total de 262.8 mil millones de dólares, 14.7% del comercio total en 2021 de la potencia norteamericana conforme a lo establecido por el Banco de México.
Todo lo anterior, se compara positivamente frente al tercer lugar que ocupaba México frente a Canadá y China entre enero y mayo de 2017, antes de las negociaciones arancelarias y el T-MEC, y dichos antecedente servirán como puntos de importancia para el paquete económico como complemento de desarrollo y de relocalización de cadenas de valor como un detonante de la competitividad en México.
Escrito por José Luis Herrera Hornos, JP G INTERNATIONAL