Estructura de los modos de transporte XII

Corresponde en esta ocasión tratar la operación del autotransporte, la cual se divide en tres grandes etapas a saber: la planeación y contratación; los procesos de transporte y los procedimientos de entrega. En el primero de ellos los prestadores del servicio deben analizar cuáles son los requerimientos del mercado que se pretende atender, en términos de la naturaleza de las mercancías, los volúmenes anuales, el tamaño de embarques, la estacionalidad y en consecuencia el tipo, características y cantidad del equipo tractivo y de arrastre requerido.
Los usuarios por su parte, deberán establecer contacto con las empresas prestadoras con base en el tipo de producto a transportar y las características del servicio que éstas pueden ofrecerle. En ese sentido, el servicio de autotransporte se divide en dos grandes grupos: Carga Regular y Carga Especializada. En el primer caso se agrupan las empresas que operan por caminos nacionales y que ofrecen distintos tipos de vehículos para carga denominada seca, como son manufacturas, productos de acero y otras mercancías que por su presentación y embalaje pueden transportarse en caja cerrada, contenedores o plataformas.
Lo que respecta a carga especializada, en este grupo se concentran las empresas que movilizan mercancías que habitualmente requieren equipos específicos como son: productos del campo no elaborados y animales, líquidos de todas clases, graneles agrícolas y minerales, vehículos armados y, materiales y residuos peligrosos, entre los más relevantes.
En todos los casos, los clientes potenciales deberán compartir con las líneas transportistas sus programas anuales de volúmenes a transportar, el tipo de mercancías y su presentación, las rutas origen-destino y las características del equipo requerido, así como una aproximación del volumen mensual a embarcar, las frecuencias y tamaño de los embarques esperados y en su caso, la estacionalidad, a fin de negociar las condiciones y las tarifas aplicables.
Con base en esta información, la empresa transportista proporcionará al usuario potencial las tarifas de flete, así como los cargos adicionales aplicables según sea el tipo de servicio solicitado. Las tarifas aplicables por los auto-transportistas son libres y no se encuentran reguladas, por lo que es recomendable que los usuarios realicen una investigación previa en el mercado sobre el nivel aproximado de los fletes que se cobran por viaje, en los pares origen-destino y dependiendo de la capacidad de las unidades y si éstas operan en combinaciones articuladas sencillas o en las conocidas como fulles, (combinación doblemente articulada compuesta de un tractocamión y dos semirremolques).
La investigación de mercado puede incluir a varias empresas prestadoras o bien a otros usuarios a los que se tenga acceso, a fin de efectuar un comparativo de referencia y poder contar con una idea del nivel de los fletes, a la hora de negociar con el transportista seleccionado. Es importante que el usuario tome en cuenta que la cuota de las autopistas se cobra en forma adicional al flete y que debe estar familiarizado con la regulación relacionada con la NOM 012 relativa a las características de las unidades y el peso y dimensiones máximas permitidas, de acuerdo con el tipo de camino por el cual circularán para la prestación del servicio. Así mismo, deberá en todo momento observar las disposiciones normativas, ya que en la legislación actual aplicable, el usuario es solidario responsable con el transportista en el caso de violaciones a las normas.
Cuando ambas partes se pongan de acuerdo respecto de la tarifa proporcionada por el auto-transportista, es recomendable plasmarla en un contrato el cual contemplará el volumen anual comprometido, la vigencia de la tarifa y los factores que pueden afectarla como son costos de combustible, nivel de inflación y del salario mínimo, entre otros.
Esta fase de contratación se complementa con la programación mensual de embarques que proporciona el usuario lo más aproximada posible a la realidad y la cual puede sufrir ajustes a lo largo del año, sin que el volumen anual comprometido se modifique sustancialmente a la baja, a fin de que el transportista esté en condiciones de respetar la tarifa. Es importante que el usuario obtenga cotizaciones de diversas empresas y que con base en su volumen y las diversas rutas que vaya a operar, contrate a más de una, a fin de prevenir fallas futuras o falta de equipo en algunas estacionalidades.
En el segundo apartado, referido a los procesos de transporte, éstos inician con el suministro del equipo de carga solicitado por el usuario al prestador del servicio, de acuerdo con el tipo de producto a transportar (caja seca, auto-tanque, redilas, madrina o nodriza, plataforma, góndola o tolva, entre otras). Los requerimientos de equipo, no obstante que se plasmen en un programa mensual, es habitual que sufran modificaciones semanales o diarias debido a distintos factores, ya sea del lado del usuario o del prestador del servicio.
En la práctica actual es común que los usuarios establezcan “ventanas” de operación de las unidades donde se establece el horario de carga y el número de la puerta donde se efectuarán las maniobras, cuyo costo por lo regular es a cargo del usuario. El operador de la unidad de transporte debe pesar la unidad en vacío, a fin de poder destarar la unidad una vez cargada y constatar las mercancías que se le entregarán, en términos de su correcto embalaje, contenido y rotulación, así como la cantidad de piezas y el peso que transportará. Cuando se trate de mercancías a granel, se deben observar otro tipo de verificaciones como es el caso de la humedad de la carga, la granulometría y el estado general de la carga.
En el origen, una vez cargada la unidad y pesada la carga, la empresa prestadora emitirá la Carta de Porte respectiva y donde en caso de requerirlo, el cliente manifestará el valor declarado de la mercancía a fin de que se haga el cálculo de la prima correspondiente al seguro. La unidad se cerrará perfectamente y le será aplicado un sello de seguridad numerado a fin de evitar la sustracción de mercancías durante el recorrido. Es importante que el usuario proporcione al transportista toda la documentación relacionada con el traslado de las mercancías, que pueda ser solicitada tanto por las autoridades competentes como por el consignatario (p.ej. pedimentos de comercio exterior, facturas, certificados, remisiones, talones de básculas o lista de embarque, entre otros).
Durante el recorrido de la unidad de transporte de origen a destino, se deben tomar en cuenta los factores de restricciones de circulación en el tránsito urbano y los límites de peso y dimensiones para la ruta de que se trate. En la actualidad, es habitual que los servicios de autotransporte incluyan el rastreo satelital de las unidades a fin de contar con la información sobre la ruta utilizada, los tiempos de recorrido y su ubicación, en todo momento.
Por lo que se refiere a la etapa de los procesos de entrega, ésta inicia con el aviso de llegada de la unidad a destino a fin de que le sea asignado por parte del consignatario, el horario de recepción y la puerta de maniobras de descarga. Una vez entregada la mercancía, se recaban en la carta de porte las firmas y sellos de recibido de conformidad, así como las observaciones del caso, a fin de que la empresa transportista pueda cobrar los servicios al usuario. Los fletes pueden ser pagados en origen o en destino, siempre que el valor de las mercancías garantice el pago del mismo.
Escrito por: Sergio García