Gestión de riesgo, estrategia operacional en las Aduanas

La rapidez de los cambios ocurridos dentro de la globalización como en el sistema mundial del comercio y las tecnologías de la información obligan a los diferentes países ha simplificar, modernizar y armonizar los procedimientos de exportación e importación, así como incorporar nuevas prácticas y desarrollos en sus administraciones aduaneras.
Los sistemas aduaneros son elementos fundamentales dentro del comercio mundial, su función principal consiste en hacer cumplir la Ley, cobrar derechos e impuestos, proporcionar un rápido desaduanamiento de mercancías, entre otras; de tal forma que el desempeño de las aduanas influye directamente en el movimiento de personas y mercancías.
Es así que, es importante facilitar dichos movimientos y mejorar la eficiencia de las medidas destinadas al cumplimiento de la legislación y el control aduaneros.
Las administraciones aduaneras a fin de mantener un control en el movimiento de mercancías deben implementar una gestión o administración de riesgos que permita una menor intervención las aduanas en el desaduanamiento.
Podemos fijar dos orígenes respecto a la facilitación, seguridad y control aduanero: el Convenio de Kyoto y el Marco SAFE, ambos creados por la Organización Mundial de Aduanas.
El Convenio de Kyoto[1] es el principal convenio de facilitación del comercio aduanero elaborado por la OMA y uno de sus principios fundamentales es el uso de una administración de riesgos, definiéndola como la aplicación de practicas y procedimientos que proporcionen la información necesaria para identificar y manejar los movimientos y/o envíos que representen un riesgo alto o bajo para efectos del control aduanero.
El control aduanero apunta a la aplicación adecuada de las leyes aduaneras y al cumplimiento con todo otro requisito legal y regulatorio, facilitando el comercio y los viajes internacionales, tanto como sea posible, para lo cual se utilizará una gestión de riesgo.
Para las administraciones aduaneras, facilitar la circulación de mercancías y personas constituye ya un elemento de riesgo.
La gestión de riesgo dentro de la Aduana puede ser estratégica, operacional o táctica.
Gestión de riesgo estratégica. Mediante el uso de información, las aduanas pueden identificar sectores de riesgo e intervenir en los casos que sea necesario de acuerdo con la experiencia y el criterio práctico.
Gestión de riesgo operacional. Consiste en la determinación del nivel de control necesario, la aduana deja de verificar cada movimiento y solo verifica los movimientos seleccionados que presenten mayores riesgos.
Gestión de riesgo táctico. Es empleada por funcionarios, ellos deciden que movimientos requieren mayor control con base en los procedimientos preestablecidos combinado con la experiencia.
El proceso de gestión de riesgo comprende:

Definición de perfiles
Los criterios de selección de las mercancías imponibles incluyen los antecedentes del importador, exportador, del transportista, del despachante, etc., el origen y la ruta de las mercancías y prohibiciones o restricciones.
Evaluación y medición
La Aduana debería llevar regularmente a cabo tareas de evaluación y de revisión mediante un proceso de medición de cumplimiento de la ley. La revisión y la evaluación dentro del proceso de gestión de riesgo deberían ser incorporadas a un mecanismo de control regular, a los efectos de medir, estimar y evaluar la eficacia del programa general de control aduanero.
Medición del cumplimiento de la ley
Se emplea cuando se implementa técnicas estadísticas válidas de muestras aleatorias para determinar en qué medida los comerciantes, transportistas, mercancías importadas, etc., cumplen con los reglamentos y procedimientos aduaneros.
La Aduana recaba datos desde diversas fuentes, tanto internas como externas y a través de medios manuales y automatizados. Con los datos (registros de importación y exportación), las herramientas (análisis estadístico) y la metodología (análisis sistemático de grandes comerciantes o grandes volúmenes de mercancías), la Aduana puede llegar a conclusiones razonables y bien fundamentadas respecto a los índices de cumplimiento de varias entidades.
Programa de control
Los resultados de estas mediciones pueden ayudar a asignar lo recursos con eficacia. Cuando se determina el índice de cumplimiento de importadores individuales, a aquellos que posean un índice de cumplimiento elevado, se les verificará sus mercancías con menos frecuencia, mientras que la misma aumentará para aquellos cuyo índice de cumplimiento sea bajo.
Uso de la tecnología en una gestión de riesgo eficaz
El uso de la tecnología de la información es una herramienta eficaz para la gestión de riesgo. Permite realizar más rápidamente un análisis de los criterios de selección que si fuera realizado manualmente. Asimismo puede proporcionar una base de datos relativa a todos los perfiles de riesgo que formaría la base de un módulo de selección dentro de un sistema de desaduanamiento automatizado.
En este sentido, actualmente es importante contemplar estas directrices tanto para la autoridad como para las empresas y los demás actores del comercio exterior, por ejemplo, para los Agentes Aduanales; que hoy en día contemplan esta gestión de riesgos para sus sistemas y CAAAREM en este sentido, proporciona una seguridad jurídica y gestión de riesgos en sus aplicativos para el apoyo de las empresas y para las operaciones de Comercio Exterior.
[1] Entró en vigor el 3 de febrero de 2006. Es una actualización del convenio internacional sobre la simplificación y la armonización de procedimientos aduaneros (convenio de kyoto) adoptado en 1973-1974.
Escrito por Libertad Rivera