La Gestión del Riesgo en la Cadena de Suministro

El momento actual por el que transita la humanidad, no podría ser más incierto y plagado de amenazas reales y futuras. En efecto, el mundo entero se convulsiona hoy entre la aparición de enfermedades y pandemias; efectos adversos en el terreno económico; explosión del fenómeno de la migración; efectos nocivos del cambio climático, como las sequías y paradójicamente los huracanes; vandalismo y consolidación de mafias organizadas; conflictos bélicos regionales que pueden desembocar en enfrentamientos de grandes potencias, con efectos incalculables y, para completar el escenario, una profunda disrupción de las cadenas de suministro de bienes y alimentos.
Los vasos comunicantes entre las distintas amenazas, resultan evidentes al analizar los diferentes factores e impactos que cada una de ellas provoca en las demás. Para efectos de este artículo y la temática de nuestra columna, examinaremos, desde la plataforma de las Cadenas de Suministro, los efectos de cada una y esbozaremos las estrategias para la gestión del riesgo.
Para nadie es un secreto que el crecimiento industrial, la construcción de puertos, vías ferroviarias, carreteras y viviendas, han transformado sustancialmente la superficie mundial, afectando a la flora y a la fauna, aunado a la desaparición de distintas especies. La desenfrenada explotación de los recursos naturales, nos ubican hoy día en una preocupante realidad. Las reservas forestales y de agua dulce del planeta cada vez son más escasas y en los mares se incrementa cotidianamente su contaminación, con los desechos vertidos en ellos. El aire de nuestras grandes metrópolis está cada vez más enrarecido y las enfermedades de las vías respiratorias son frecuentes entre la población.
Afectaciones sanitarias. En ese sentido, la fragilidad de la salud mundial se evidencia hoy con la aparición del ya famoso COVID 19 y más recientemente la llamada Viruela del Mono, que han venido a modificar las relaciones de todo tipo sobre el planeta. Su dispersión mundial, paradójicamente, ha sido producto de nuestra propia globalización, con un libre comercio y flujo de personas y bienes, que no conoce límites ni fronteras.
Para las Cadenas de Suministro el confinamiento de personas lo mismo ha afectado los niveles de consumo, como la continuidad de las operaciones de empresas industriales y de servicios impactando en un incremento de costos y en el desequilibrio de la disponibilidad de transporte de personas y mercancías. A ello se suman los costos derivados de las medidas de protección que todos los conductores, tripulaciones y personal operativo y administrativo que intervienen en la logística y el transporte, deben observar para evitar los contagios. Ni que decir de las licencias médicas otorgadas a los empleados afectados por la enfermedad, así como su costo de reposición u horas extras.
Impactos en el crecimiento. Por lo que respecta al desempeño económico, en los últimos dos años, este se ha registrado de una manera errática dependiendo de la región, el país y en algunos casos, dentro de una misma nación, como China que ha debido replantear sus políticas de crecimiento ante la persistencia del virus y sus afectaciones en el equilibrio de las Cadenas de Suministro mundiales. No olvidemos que la “fabrica del mundo” ha debido parar en diversos periodos, por una parte, debido a sus propios problemas internos y por la otra, debido al descenso drástico de la demanda en muchos de los sectores productivos, mientras paradójicamente, aumentaron las presiones y los requerimientos en sectores como el alimenticio y el de los medicamentos entre otros. Todo ello ha repercutido en una aguda escases de contenedores y un alza sin precedentes en los niveles tarifarios para el movimiento de mercancías, lo que, además, ha impactado a la inflación mundial.
Lo anterior, ha afectado sensiblemente las tendencias de crecimiento económico que se venían observando en el presente siglo y ha obligado a todos los países a replantear sus estrategias, para mitigar el impacto, al tiempo que se buscan nuevas formas de crecimiento. La reducción de las expectativas económicas se han manifestado de manera más profunda en las economías emergentes y las subdesarrolladas, lo que ha disparado a niveles nunca vistos, los flujos migratorios, por ejemplo, desde países africanos hacia Europa y de naciones centro y sudamericanas hacia los Estados Unidos, afectando especialmente a México, por una parte, por constituir el territorio de tránsito de migrantes del sur del continente y por la otra, por estar generando sus propios nuevos flujos de mexicanos sin alternativas en la economía nacional, para buscar el llamado “sueño americano”.
Fenómeno migratorio. Para los flujos de mercancías, su agudización en términos de las masas humanas que se mueven entre territorios y regiones del mundo, inciden sensiblemente en los tiempos de tránsito de las Cadenas de Suministro, dadas las medidas adicionales de revisión de unidades durante los recorridos y especialmente, por las medidas de revisión extrema en los puntos de ingreso a los distintos países, como son puertos, aeropuertos y fronteras. Además, el transporte ilícito de migrantes por consecuencia, ha agudizado esta situación, elevando una vez más los costos.
Cambio climático. Este fenómeno que ya tiene varias décadas afectando al mundo, ha encendido luces de alarma en diversos ámbitos como son lluvias torrenciales, agudas sequías, inviernos mucho más fríos, migración errática de especies animales y cambios significativos en el rendimiento de los cultivos. Sus efectos son evidentes con afectaciones a la infraestructura de conectividad, en la disponibilidad de alimentos, en suspensiones al suministro eléctrico y en disrupciones en las telecomunicaciones, lo que, para una logística moderna basada en la velocidad de los flujos y la accesibilidad a los espacios geográficos, así como la información en línea, resulta en afectaciones graves e incremento de costos.
Crimen organizado. Desafortunadamente, este flagelo para la humanidad se ha extendido a casi todo el planeta con distintos matices, muy a pesar de los esfuerzos de los diferentes gobiernos por detenerlo y en muchas naciones, ya representa un poder paralelo frente al Estado. En países como el nuestro, esto ha representado, entre otros, una serie de impactos indeseables como son las extorsiones, el cobro de derecho de piso, los asaltos a unidades de transporte, el secuestro de bienes y alimentos, como recientemente los aguacates y los limones que, ante ello, dispararon su precio. Es evidente que todo esto repercute tanto en el costo de los propios bienes e insumos, como en los de transporte y ha profundizado fenómenos como la falta de operadores para la industria del movimiento por carretera.
Conflictos bélicos. Y ahora lo que nos faltaba, un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que se ha extendido a un enfrentamiento en el terreno de las sanciones y los bloqueos con los países miembros de la OTAN, teniendo a China como tercero en discordia, cuya orientación en el conflicto, puede ser decisiva para el curso de los acontecimientos por venir. Para efectos del tema que nos ocupa, el conflicto ha provocado la falta de suministro de diversos combustibles industriales y de uso doméstico, entre ellos el gas natural y otros hidrocarburos, así como de granos alimenticios como el trigo, producto fundamental para la dieta básica de numerosos países. También el conflicto, ha repercutido en la impresionante reducción de conductores de camiones europeos, muchos de los cuales eran ucranianos. Adicionalmente, las rutas marítimas, han debido adecuarse a las restricciones de acceso a ciertos países y a las prohibiciones y bloqueos económicos para realizar operaciones comerciales libres, lo que necesariamente ha conducido a buscar nuevas fuentes de abastecimiento y a la reconfiguración de los derroteros marítimos, con los consabidos costos adicionales que esto ha provocado.
En fin, que, en todo ello, los gestores y actores que participan en las diversas Cadenas de Suministro a nivel mundial, han debido adecuarse a todas estas amenazas y desarrollar medidas preventivas y correctivas, buscando, mediante la inteligencia artificial, establecer estrategias adecuadas que se traduzcan en una mayor eficiencia en las operaciones, poner especial atención a los cambios en el entorno y desarrollar una intachable resiliencia, a fin de poder entregar valor a largo plazo.
Escrito por Sergio García