Las plataformas logísticas y los nodos de articulación modal

Ahora que nuestro país se encuentra a unos cuantos meses de iniciar un nuevo periodo sexenal, vuelve al escenario nacional el concepto de plataforma logística asociado con el desarrollo de corredores específicos de transporte y el impulso a nuevos nodos de articulación modal, con el propósito de consolidar la economía mexicana.
A nivel global, el desarrollo de infraestructura multimodal ha sido clave en la integración comercial y, en particular, para dar soporte a los complejos patrones de intercambio de inventarios a una escala nunca antes vista. Para soportar estos complejos patrones, la integración de los modos marítimo, terrestre y aéreo resulta fundamental para el buen desempeño de dichas redes.
En las economías desarrolladas, el desarrollo portuario y, en particular, el desarrollo de plataformas logísticas han sido un elemento crucial para enfrentar dicho desafío.
Hoy en día más del 80% del comercio exterior global se realiza por la vía marítima y el acceso a un hinterland cada vez más extenso y competitivo ha exigido como condición necesaria, mayor y mejor integración del modo marítimo con el carretero, y en los casos donde los volúmenes y el tipo de tráfico lo requiere, el ferroviario.
Una plataforma logística por definición es un conjunto de instalaciones y servicios que concurren en una localización específica del territorio, la cual tiene una orientación de constituirse en un polo de articulación no solo de modos de transporte sino de industrias, almacenes, centros de distribución y hasta en centros de mayoreo y menudeo para la venta de insumos y mercancías. Son complejos preparados para centralizar muchas operaciones logísticas, facilitando la optimización de las empresas que trabajen allí.
De la misma forma que los puertos marítimos, una plataforma logística tiene un hinterland que representa la zona de influencia económica donde esta actúa y un foreland que le permite formar parte de una red nodal articuladora de corredores de transporte en sus distintos modos a fin de facilitar el concepto de intermodalidad, con el propósito de mejorar la eficiencia en las operaciones y reducir los costos.
Alrededor del mundo se tienen diversos ejemplos como son los casos de los denominados Interpuertos en el territorio italiano, donde confluyen diversos modos de transporte de mercancías y de pasajeros, los cuales son asiento de industrias pesadas y ligeras y cuentan con centrales de abasto mayoristas y minoristas.
Dos de los más representativos se ubican en las localidades de Padova en el norte del país y en Nola, una población próxima a los puertos marítimos de Nápoles y Salerno en el Mar Tirreno. Estos Interportos por su nombre en italiano, tienen influencia en los corredores logísticos Este-Oeste y en los de Norte-Sur, no sólo para abastecer a la península italiana, sino también con una amplia influencia regional, desde la creación de la Unión Europea.
Existen diversos tipos de plataformas logísticas con base en su ubicación, propósitos, características y necesidades que deben cubrir. Las más comunes son:
Puertos Secos
Son instalaciones ubicadas en zonas del interior de un país que están estrechamente relacionados con los puertos marítimos de su entorno. Estas conexiones pueden ser a través de carretera y de ferrocarril y tienen, lógicamente, al contenedor como papel protagonista. Su desarrollo es fundamental para la extensión de la intermodalidad, al facilitar las conexiones marítimas-ferroviarias-carreteras.
Zonas de Actividades Logísticas (ZAL)
Su ubicación cercana a los puertos es lo que les diferencia de los puertos secos, ya que constituyen zonas de alivio para la gestión de mercancías que han entrado o van a salir del país a través del puerto marítimo colindante. Respecto a sus funciones, la intermodalidad es su principal característica, siendo capaz de articular los tres modos de transporte antes mencionados.
Terminales Intermodales
Constituyen puntos o nodos de articulación modal donde concurren mercancías transportadas por contenedores y que pueden ser transferidas entre los modos marítimo, ferroviario y carretero, atendiendo a la vocación al volumen y la distancia de cada uno de estas modalidades de transporte, buscando siempre la reducción de costos y ventajas competitivas como son los casos de los regímenes aduaneros de tránsito interno y conducción entre recintos. Pueden ubicarse en puertos marítimos y fronterizos y en puntos del interior asociados con nodos industriales o de consumo.
Centros Integradores de Mercancías
Están destinados en forma exclusiva al transporte por carretera, sin acceso directo a puertos marítimos o a líneas ferroviarias. Su propósito es racionalizar el uso del transporte pesado para la conexión entre ciudades, mientras que unidades medianas y pequeñas realizan el reparto o recolección de mercancías en labores de distribución y concentración a fin de optimizar su relación con grandes centros empresariales y urbanos que se encuentren próximos buscando economías de escala y reducción de costos.
Existen otras instalaciones que se identifican como plataformas logísticas y cuya vocación es atender necesidades y requerimientos de sectores o industrias en particular como son los casos de los Centros de Apoyo para la Producción agropecuaria o los complejos de acopio, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, tan de moda en nuestro país. También se identifican en este apartado a los denominados Centros de Abasto Alimentario, mejor conocidos como Centrales de Abasto.
Escrito por: Sergio García