Logística Colaborativa, evolución entre competidores

En diversos foros y artículos se ha dicho que la competencia actual por los mercados ya no es entre empresas sino entre cadenas de suministro, por lo cual aquellas que logren una mayor eficiencia en tiempos, calidad y costo, estarán llamadas a ser líderes en sus distintas industrias.
La lectura que puede darse a lo anterior es que la competencia se ha incrementado y que las organizaciones deben buscar a toda costa, ser superiores a sus adversarios por los distintos nichos de mercado. Sin embargo, desde hace algunos años ha surgido entre industrias relevantes como la marítima, la automotriz y la farmacéutica, un concepto denominado “Logística Colaborativa”.
En esencia, esta corriente pretende por una parte sumar esfuerzos y por la otra, compartir recursos de diferentes organizaciones y compañías a fin de lograr una logística sustentable, que a pesar de todo, haga honor al principio de competencia entre los participantes.
Uno de sus primeras manifestaciones podemos encontrarla en la agrupación de compañías navieras de renombre en el transporte de contenedores, mediante las llamadas “conferencias”, las cuales pretenden lograr la permanencia de los distintos competidores de esa industria, con la distribución del mercado existente en cada una de las distintas rutas marítimas mundiales, de la forma más equitativa posible.
Los objetivos son claros: amortizar las enormes inversiones en activos que significan los barcos; mantener tarifas competitivas a pesar de que en los ciclos del mercado se presente un exceso de oferta de navíos y evitar una guerra frenética por los clientes, que a nada bueno conduciría.
El resultado es que a partir de 2008 -año de inicio de una profunda crisis para la actividad económica y marítima del orbe-, la flota mercante mundial ha crecido en el número de navíos y se ha reducido su edad promedio. Los buques portacontenedores de última generación denominados Triple E (Economy of scale, Energy efficient and Environmentally improved), han incrementado su capacidad unitaria pasando de alrededor de 15 mil TEU´S a más de 20 mil en 2018.
La eficiencia energética de estas naves en el consumo de aceite y combustible presenta reducciones notables, con lo que se ha impactado favorablemente la reducción de emisiones de CO2 al ambiente, así como la instrumentación de recientes tecnologías que con el uso de rayos UV, permiten devolver al mar agua limpia, libre de contaminantes de la biodiversidad marina.
En el caso de la industria automotriz y de autopartes, la “colaboración” tiene presencia no sólo en el acopio de materiales, insumos y materias primas, sino también en la distribución de vehículos armados, autopartes y en los procesos de producción. Hace unos años las firmas Toyota, Peugeot y Citroen desarrollaron un vehículo compacto a partir de una plataforma común, lanzando al mercado el Peugeot 107, el Toyota Aygo y el Citroen C1, con carrocerías afines a los diseños e imagen de cada marca. En la actualidad muchos componentes de los sistemas de suspensión, frenos, inyección y de encendido electrónico, entre muchos otros, son compartidos por diversas marcas, desarrollando estándares en la industria.
En el terreno de la distribución de vehículos armados, las automotrices han abandonado la práctica de manejar su logística de manera individual y han optado por fomentar el desarrollo de operadores especializados los cuales mediante la “tercerización” prestan servicios a todas las marcas, optimizando espacios en patios, almacenes, barcos, trenes y madrinas de autotransporte, con lo que se ha logrado una significativa reducción de costos, arrojando como resultado, precios finales más accesibles a los consumidores.
Las prácticas colaborativas en esa industria, se han extendido también a la investigación sobre vehículos híbridos, autos eléctricos, celdas de hidrógeno y más recientemente, a las tecnologías sobre sistemas de prevención y reacción activa, así como a los relacionados con la conducción autónoma en pos del desarrollo de “vehículos inteligentes”.
Por lo que respecta a la industria farmacéutica, ésta ha desarrollado conceptos innovadores de logística colaborativa en respuesta a la proliferación de los medicamentos denominados “genéricos” -los cuales sustituyen a las medicinas a las que se les ha vencido el plazo de su patente de exclusividad-, con sustancias activas similares y a precios mucho más económicos para los pacientes.
En efecto, en la búsqueda de reducción de costos ahora la industria se ha volcado en el desarrollo de ideas de vanguardia, como es el caso de 3 laboratorios de renombre, los cuales crearon una empresa logística de manera conjunta con el propósito de incrementar su eficiencia, reducir costos y llegar de manera oportuna a los puntos de venta a través de los mismos canales, además de mantener a salvo el principio de la competencia entre los participantes.
Como podemos observar en los ejemplos descritos, el camino de la logística sustentable en el futuro, será la de compartir el conocimiento, buscar alternativas de beneficio común y aportar recursos en el desarrollo de tecnologías e innovación en prácticas operativas, todo ello con el propósito de permanecer en el mercado, preservar los recursos naturales y evitar un mayor deterioro del medio ambiente.
Escrito por: Sergio García