Logística

Logística en situaciones de emergencia

La definición de “desastre” se aplica a situaciones de ruptura o cambio violento del funcionamiento normal de un sistema o comunidad, el cual provoca impactos indeseables de gran magnitud sobre los seres humanos, animales, instalaciones, servicios, edificaciones y sobre todo al ambiente. Se caracteriza por superar la capacidad local de respuesta en acciones de contención, rescate, reparación de daños, recuperación de bienes y servicios y sobre todo, para proporcionar oportunamente atención médica, vivienda temporal, agua y alimentos a la población afectada.

Los desastres se pueden originar en eventos de origen natural como son las nevadas, tormentas, tornados, huracanes, erupciones volcánicas, tsunamis y los terremotos, entre los más comunes, con efectos nocivos para la población, los bienes y la infraestructura. También pueden obedecer a acciones del hombre como son derrames de petróleo, incendios, explosiones y otros actos fuera de control o en el caso de la guerra, provocados de manera intencional.

Aspectos primarios a considerar

Aunque los efectos de un desastre son únicos, éstos se magnifican cuando las condiciones económicas, sanitarias, de infraestructura y sociales particulares de la zona afectada, presentan rezagos importantes. Existen ciertas similitudes que permiten mejorar la gestión de la ayuda humanitaria y el uso de los recursos disponibles para atender las emergencias. Los principales aspectos son:

  1. Relación entre el tipo de desastre y sus efectos sobre la salud.
  2. Riesgos potenciales a la salud, posteriores al evento.
  3. Necesidades de alimentos, ropa, refugio y atención primaria de salud.
  4. Gestión eficaz del socorro humanitario.
  5. Anticipar e identificar los problemas a medida que surgen y proveer los suministros específicos en los momentos adecuados y en los lugares donde son necesarios.
  6. Preservar la estructura social de las familias y las comunidades.

Aspectos logísticos

En las operaciones de emergencia la logística es requerida para apoyar la organización e implementación de las acciones de respuesta, para que estas sean no solo rápidas, sino también ágiles y efectivas. La movilización del personal, del equipo y del material necesario para el trabajo de los grupos y organizaciones que brindan asistencia y hasta las actividades relacionadas con la evacuación de heridos o la reubicación de poblaciones afectadas por el desastre, requieren de un sistema logístico para ser llevadas a cabo eficientemente. Sus componentes relevantes son:

Planificación y previsión. Deben basarse en un buen conocimiento del contexto geográfico, social, político y físico de la zona en donde se desarrollarán las operaciones. El sistema requiere de un apropiado plan de implementación y operaciones, el cual tiene que ser entendido y aceptado por todos y cada uno de los involucrados en su aplicación.

Infraestructuras. Mapeo y revisión sistemática de elementos clave de la infraestructura nacional de transporte (puertos, aeropuertos, carreteras, vías férreas, vías navegables), tales como capacidades y dificultades de rutas estratégicas, posibles puntos críticos (puentes, túneles, trasbordadores); disponibilidad de recursos para las comunicaciones; riesgos y bloqueos debido al impacto de un evento.

Disponibilidad de recursos estratégicos para apoyo logístico. Estos recursos son cambiantes, por lo que se requiere hacer una revisión periódica y frecuente para mantener la información lo más actualizada posible. Se debe incluir tanto al sector privado, como al sector público.

Revisión de políticas, planes y preparativos gubernamentales: Para las organizaciones no gubernamentales (ONG) es sumamente importante conocer cuáles son las políticas y planes del Estado con relación a las emergencias.

La cadena logística de los suministros en emergencias.

El abastecimiento. Consiste en poner al servicio de las organizaciones que se encargan de la asistencia, los recursos y aprovisionamientos identificados como necesarios que son solicitados para la atención de las necesidades detectadas, para lo cual se requiere también la identificación de las fuentes de acopio, financiamiento y las formas de adquisición en su caso.

El almacenamiento. Permite proteger y conservar los suministros mediante un sistema organizado, hasta que puedan ser entregados a su destino final y prever los inventarios y las dotaciones de reserva para necesidades ulteriores.

El transporte. Es el medio para hacer llegar los suministros al sitio donde son necesarios y cuya estrategia debe tomar en cuenta no solamente los diversos medios requeridos, sino también las posibilidades reales y las alternativas para la entrega pronta y segura de la asistencia.

La distribución. Es el gran objetivo de toda la cadena logística y consiste en entregar la asistencia a las personas afectadas por el desastre o a las organizaciones encargadas de su manejo, procurando que esta sea oportuna, proporcional, equitativa y controlada para evitar los abusos y el desperdicio.

Es importante insistir en el hecho de que estos componentes se hayan en estrecha relación como eslabones de una cadena, por lo que dependen recíprocamente unos de otros y su ruptura o mal funcionamiento individual afectará el rendimiento de los demás elementos.

 

 

Escrito por: Sergio García

Consultor Logístico Especializado y Catedrático del Tec de Monterrey.

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