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México espera pronta respuesta de Brasil sobre apertura comercial

Brasil dispone de pocas semanas para intentar impulsar el cierre de negociaciones de la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica No. 53 (ACE 53), si quiere que sea aprobado durante la administración del presidente de México, Enrique Peña Nieto.

La actualización del ACE 53 aumentaría el número de productos con preferencias arancelarias, de los actuales 792 a poco más de 3,000.

Los negociadores están esperando a que se concluya la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que podría suceder en agosto, de acuerdo con el último plazo fijado como objetivo por México, Estados Unidos y Canadá.

Una vez desaparecida la incertidumbre sobre el TLCAN, México y Brasil podrían ponerse de acuerdo sobre los puntos más controversiales del ACE 53, en los que se requerirá sobre todo la voluntad política de Brasil, quien ha mantenido un comercio internacional relativamente cerrado en contraste con la política aperturista de México.

Peña Nieto dejará su cargo el próximo 1 de diciembre, mientras que el presidente de Brasil, Michel Temer, hará lo propio el 1 de enero de 2019. Ambos se reunieron el 25 de julio en Puerto Vallarta, Jalisco, en el marco de la XIII Cumbre de la Alianza del Pacífico, donde convinieron reimpulsar las negociaciones del ACE 53.

Los dos mandatarios firmaron ahí mismo un acuerdo para evitar la triangulación de importaciones hacia sus respectivos mercados, una medida que puede ser útil ante la perspectiva de una posible mayor apertura bilateral y en el contexto de una larga desconfianza mutua sobre la integración balanceada de sus mercados.

El acuerdo establece que las autoridades aduaneras, previa solicitud, se proporcionarán información si los bienes importados o exportados dentro del territorio de la Autoridad Aduanera Requirente han sido exportados legalmente desde el territorio de la Autoridad Aduanera Requerida.

También se comunicarán mutuamente sobre si el destino de las mercancías es diferente al señalado en la declaración de importación o exportación.

En 2017, México exportó mercancías al mercado brasileño por un valor de 3,681 millones de dólares, mientras que sus importaciones desde Brasil sumaron 5,440 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

El acuerdo sobre cooperación y asistencia administrativa mutua en asuntos aduaneros indica que la información que se proporcione deberá describir el procedimiento aduanero utilizado para el despacho de las mercancías.

Las autoridades aduaneras intercambiarán además información sobre las operaciones de comercio exterior que, habiendo sido procesada mediante análisis de riesgo, establezca algún tipo de alerta que deba de enviarse a la otra parte, de manera expedita, a efecto de que sean tomadas las medidas preventivas correspondientes.

Dispondrán bilateralmente de información relacionada con embargos o decomisos de mercancías que hayan efectuado, incluyendo métodos de detección y modos de ocultamiento, la que se clasificará como confidencial y para uso exclusivo de las partes.

La intensa agenda de negociaciones comerciales en la que se encuentra inmerso el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) marca un notable giro respecto de lo que había sido su política tradicional en la materia.

Por una parte, sus cuatro miembros originales han intensificado los esfuerzos por concluir las prolongadas negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea. Por otra parte, el Mercosur inició recientemente negociaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio, en junio de 2017, y con el Canadá, en marzo de 2018. A dichas conversaciones se suma el lanzamiento ya anunciado de negociaciones con la República de Corea para la firma de un tratado de libre comercio.

Las negociaciones emprendidas por la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú) y el Mercosur en los últimos años responden a un interés natural de reforzar sus relaciones comerciales y de inversión con socios relevantes, especialmente en un contexto mundial de gran incertidumbre.

No obstante, según la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal), dichas conversaciones no deberían postergar, y menos frenar, la agenda de convergencia.

 

Escrito por: Roberto Morales