Logística

Perspectivas logísticas para 2019

Ante el cambio de gobierno en nuestro país y el reciente anuncio de una nueva Ley Aduanera más moderna, que responda al entorno económico y al del comercio exterior prevaleciente -que de acuerdo con el diagnóstico de la nueva administración, al mismo tiempo que regule las actividades inherentes, ataque de manera frontal a la corrupción existente en el sector-, se vislumbran una serie de cambios en la logística mexicana.

En efecto, esta legislación vendrá a sustituir a la Ley Aduanera que data de los años 30, que aunque ha sido modificada en múltiples ocasiones desde entonces, requiere ser totalmente renovada, de acuerdo con las autoridades y las opiniones de los diversos actores que participan en el comercio exterior de México. Constituye así una respuesta integral al polémico proyecto de Ley que la pasada administración había propuesto y cuya entrada en vigor estaba programada para finales de este mismo 2018.

De forma paralela, el acuerdo de libre comercio (USCMA, por las siglas propuestas por el presidente Trump) suscrito recientemente entre México, Estados Unidos y Canadá, que una vez ratificado por los congresos de cada país vendrá a sustituir el llamado TLCAN vigente desde 1994, también tendrá importantes impactos en las prácticas logísticas de nuestro comercio exterior.

Por otra parte, tenemos al mercado, que si bien está fuertemente influenciado por la legislación, tiene sus propios requerimientos y necesidades, los cuales a decir de los expertos, constituyen las tendencias que podemos esperar para el nuevo año 2019.

En primer lugar, la industria logística espera tener un crecimiento anual de 2 dígitos que pudiera situarse entre el 10 y el 15% lo que necesariamente demandará de una mejor y mayor oferta de servicios, incremento de flotas vehiculares, más instalaciones especializadas y expansión de las tecnologías de la información, entre otras, así como nuevos talentos humanos que se sumen al ya numeroso ejército de personal experimentado, el que al mismo tiempo, requerirá de una formación y capacitación altamente profesional.

El Gobierno Federal por su parte, deberá sumarse a estos esfuerzos dando continuidad a los proyectos de infraestructura en marcha como son el nuevo puerto de Veracruz, la ampliación del puerto de Manzanillo, la modernización de nodos neurálgicos del ferrocarril como el ferro-férico de Celaya, el cruce fronterizo de Nuevo Laredo y los libramientos de Guadalajara y Monterrey. A esto deberán agregarse los propios proyectos planteados por el actual gobierno, como son el Aeropuerto de Santa Lucía (el cual deberá prever de manera particular las instalaciones y los circuitos para el manejo eficiente de la carga aérea), el tren Maya y el ferrocarril Transístmico, así como todo el programa de construcción y modernización carretera el cual, tradicionalmente ha recibido la mayor parte del presupuesto para infraestructura.

Dentro de este panorama, otras tendencias que podemos esperar para el nuevo año que se avecina, son:

  1. Crecimiento exponencial del comercio electrónico o e-Comerce. Se estima que el crecimiento anual de las actividades de compra-venta a través de los medios virtuales como el Internet, pase del 7% esperado para el cierre de 2018, a cerca del 30% durante el ejercicio de 2019, lo que representaría un aumento de más de 4 veces el intercambio anual. Actualmente involucra a más de 90 millones de internautas en el país, de los cuales 77 millones, esto es el 85%, ha realizado al menos una compra por este medio, con base en datos de la Asociación de Internet de México, la cual agrega que el valor anual de este mercado, ronda los 17 mil millones de dólares.

Esta acelerada explosión, deberá forzosamente de estar soportada por una eficiente plataforma de soluciones logísticas y tecnológicas que permitan dar una ágil respuesta a las demandas de los consumidores, los cuales además del precio y la calidad, estarán muy susceptibles a los tiempos de entrega.

  1. Servicios y atención personalizada. De la mano con la expansión descrita en el punto anterior, los consumidores preferirán aquellos canales donde se les proporcione una atención predominantemente individual, que responda a sus requerimientos y necesidades puntuales, más allá de los catálogos virtuales y de la información en línea y de los conocidos como Call Centers.

Lo anterior marcará una diferencia tangible entre los diversos competidores por este apetitoso mercado, que viene a solucionar en parte, los severos problemas de tránsito y movilidad de las grandes ciudades, desde la perspectiva del consumidor, el cual, gracias a las herramientas tecnológicas y al marketing del e-commerce, puede navegar virtualmente por toda la oferta de bienes y servicios disponibles en los puntos físicos de venta y más allá, a la hora que tenga disponible y sin necesidad de desplazarse a ningún sitio.

En este punto será necesario contar con plataformas de soluciones que den respuesta a los clásicos problemas de trazabilidad de las mercancías, cambios de tallas, modelos y colores (logística inversa) y a los aspectos de seguridad financiera relacionados con las transacciones en línea.

  1. Trazabilidad de los envíos y recorridos de última milla. Como lo anotamos en el punto anterior, si bien el Internet ha venido a paliar la problemática del desplazamiento de los consumidores a través del tránsito urbano hacia los puntos de venta, en el otro lado de la moneda, el de los proveedores y de las tiendas virtuales, el problema del desplazamiento y la congestión urbana, representan un impactante reto logístico a la hora de hacer llegar los pedidos a través de toda la cadena de suministro, hasta las manos de los compradores.

 

Escrito por Sergio García