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¿Qué debo tener en cuenta al realizar una estrategia de diversificación para mi negocio?

Es muy común que las PyMEs mexicanas dependan de una cartera de clientes reducida. De acuerdo con datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en 2019, hasta un 40% de los exportadores pequeños y medianos vendieron un solo producto a un único destino entre 2006 y 2012, cifra que contrasta con el 10% de exportadores que enviaban al exterior más de cinco productos a más de cinco destinos en el mismo periodo.

Los grandes clientes de una empresa (que generalmente se traducen en uno o dos) pueden llegar a concentrar hasta el 80% de las ventas totales, hecho que, en un contexto de incertidumbre, tiene el potencial de traducirse en un riesgo derivado de cualquier retraso o falta de pago, mismo que implicaría inestabilidad y pérdida de liquidez para cubrir gastos operativos.

La tendencia que se había observado desde Drip Capital, en ese tiempo, apuntaba a realizar exportaciones de un solo producto a un mismo destino, debido a factores externos como la pandemia y las posibles situaciones de riesgo económico producidas por la inflación, las empresas han comenzado a buscar alternativas que reduzcan esta posición de vulnerabilidad, encontrando nuevas oportunidades a través de la diversificación.

La diversificación se define como el proceso por el cual una empresa comienza a ofrecer nuevos productos y/o introducirse a nuevos mercados gracias a la inversión en nuevos negocios o a la adquisición de otras corporaciones. La idea de esta diversificación es generar una estrategia para crear un balance y aminorar los impactos negativos mediante la adquisición de nuevos clientes y la actuación en distintos mercados.

¿Qué se debe tomar en cuenta al diversificar?

La diversificación es una estrategia continua que no es ajena a las grandes empresas, pero cuya aplicación repercute, en mayor medida, en los pequeños y medianos empresarios, ya que ofrecer otro tipo de productos y llegar a nuevos mercados requiere realizar altas inversiones de tiempo y recursos, tanto materiales como humanos, lo que significa también un mayor gasto en costos operativos.

Debido a esto, las empresas deben tomar en consideración los siguientes aspectos, antes de incursionar en esta etapa de cambios dentro de su organización:

  • Plantear cuáles son las necesidades del negocio: Es necesario revisar en qué áreas tiene más sentido realizar el proceso de diversificación para tener una idea más clara de los beneficios y costos para el modelo de negocio. Es decir, se debe considerar si se quiere diversificar a los clientes, proveedores de materia prima, fuentes de financiamiento o, incluso, liderazgo (por ejemplo, al sumar nuevos talentos a la empresa).
  • Escuchar las necesidades de los clientes actuales y potenciales: Los clientes ya existentes y los futuros son una guía básica e indispensable para estudiar las posibles necesidades de nuevos mercados y la demanda que puede cubrirse con nuevas modalidades o valores agregados de los productos.
  • Realizar un análisis financiero: Es necesario entender los efectos y la capacidad del capital humano, los recursos tecnológicos y financieros. Para ello, se debe realizar un análisis que permita a la empresa tener una mayor visibilidad de sus finanzas para que la estrategia de diversificación tenga un menor riesgo por falta de liquidez o poco flujo de efectivo.

Esquemas como el financiamiento de cuentas por cobrar o factoraje pueden otorgar la flexibilidad y capital de trabajo necesario en el corto plazo sin que se comprometan las operaciones del negocio.

  • Pensarlo como una estrategia continua: Este proceso, como muchos otros dentro de las bases estratégicas de las compañías, debe formar parte de la visión de la empresa y ubicarse como una prioridad para que el negocio sea más rentable, escalable y ágil ante los riesgos propios del comercio internacional.

Se recomienda que las pymes que deseen realizar el proceso de diversificación comiencen por considerar otras fuentes de capital o financiamiento, ampliar su cartera de proveedores y de clientes, desarrollar su presencia en un mercado, buscar distintos destinos comerciales y otorgar un valor agregado a los productos que ofrecen, sumando nuevas opciones a su cartera y generando alianzas estratégicas con socios comerciales para así reducir sus riesgos financieros.

Escrito por Edmundo Montaño, director general de Drip Capital México

Sobre Drip Capital Latinoamérica

Fundada en 2015, en Palo Alto, California, Drip Capital es una empresa fintech especializada en financiamiento. A través de una plataforma tecnológica que simplifica el proceso de aprobar y financiar clientes, Drip Capital reduce los costos de financiamiento y minimiza los riesgos para las empresas que buscan vender sus productos de manera local e internacional. Drip Capital tiene presencia en México, India, Emiratos Árabes y, desde agosto de 2021, en Ecuador. Ha financiado más de 1500 compañías que exportan sus productos a más de 80 países en todo el mundo. Forma parte de la asociación global de empresas financieras Factors Chain International.